lunes, 24 de mayo de 2010

Cálculos renales (3 y final)

Viene del Capítulo 2

Aunque me he hecho de rogar dándome vacaciones de muchas cosas, la historia de la piedra al riñón tenía que terminar.

Dos semanas después de la primera pasadita por el quirófano para colocarme un "stent" en el uréter, el lunes 26 de abril tocaba volver al hospital — a quitarlo (y a ver qué había sido de la piedra). Esta vez, por alguna razón estaba convencido de que la piedra ya no seguía ahí; que se habría disuelto con las pastillas que me dieron en el hospital, o bien se habría reducido lo suficiente para haber acabado largándose "por vías naturales".
Pero al llegar al hospital, esa convicción tardó en irse tanto como tardan en imprimirse los escáneres de CTU: unos 5 minutillos.