domingo, 5 de diciembre de 2010

El iPad, juguetito perfecto para los jefes... y martirio para los IT


Tú... ¡Sí, tú! Responsable de IT ávido de problemas de los usuarios... ¿tu jefe también te quiere enmarronar encargándote que le compres un iPad, o comprándoselo él mismo? Pues en cualquier caso, te espera una bonita... porque te tocará a ti explicarle qué es, para qué sirve, cómo usarlo, etc.

Con la llegada de la Navidad, que en Asia no se nota mucho salvo por los millones que se invierten en decoración ridículamente sobrecargada, llega la época de los caprichos y de los regalos. Y los jefes empiezan a ver a otros jefes con "juguetitos" que hacen cosas, y claro... se encaprichan con ellos.

Yo ya he pasado por ese papelón, así que haré un resumencillo de los puntos importantes del proceso:

  • Oye, he visto a otros jefes que tienen un tablet de esos, y pueden hacer así [gesto con el dedo como de deslizar páginas] para pasar las diapositivas de las presentaciones... ¡Yo quiero uno de esos!
  • ¿Un Android o un iPad?
  • ... ¿Comorl?
  • En fin, la diferencia más tangible ahora mismo es que uno ya se vende y los otros aún no.
  • Ah pues yo quiero el que ya está disponible. Dile a mi secretaria que te dé el dinero y vete a comprármelo.
  • Hmmm ¿qué modelo quiere? ¿WiFi sólo, o WiFi + 3G? ¿16GB, 32GB o 64GB?
  • ¿Comorl? [segunda vez. Me ha sentado un poco como una colleja]
  • A ver... puede elegir que tenga WiFi solo o que tenga también una ranurita para que le pueda meter la tarjeta de su móvil y entonces usarlo en más sitios que no sólo los que tengan WiFi (pagando el plan de datos, claro). Y también con diferentes capacidades. ¿Para qué lo quiere usar?
  • Hmmmm yo quiero tener ahí presentaciones. Y documentos. Ah, y fotos de mi familia. ¡Ah, y que pueda leer libros electrónicos! Y de conexión... el que tiene más.
  • [suspiro] Bueno, pues WiFi + 3G. Y de capacidad, le valdría sobradamente con el de 16GB, pero vamos más a lo grande para no pillarnos los dedos, a por el de 32GB.
  • ¡Cómprame una funda también!

Total que me voy a la tienda de Apple con un fajo de billetes en un sobre. Lo cierto es que había menos cola de lo que pensaba. Había mucha más gente manoseando los 3 iPad que tenían expuestos de muestra que comprándoselo. Vamos allá. Pago el iPad y la funda, me los traigo de vuelta, y ahora empieza la segunda vuelta del show...

  • Aquí lo traigo, Dato' [título honorífico que tienen algunos en Malasia. Mi jefe lo tiene, así que hay que llamarle Dato'].
  • Bien, vete activándolo.
  • Tengo que instalarle el iTunes en su ordenador porque es donde se sincronizará habitualmente.
  • ... ¿¿Comorl?? [este fue un shock muy fuerte, se lo perdono. Pero toca explicarlo y es un tostón]
  • Verá: el iPad no funciona por sí solo. Es decir, sí funciona por sí solo, pero tiene que tener un ordenador que haga de base habitual, y desde el que le sincronicen los contenidos y las aplicaciones.
  • ¿Pero eso no se lo puedo meter yo con un pendrive?
  • No, esto no tiene para pinchar pendrives.
  • ¿Cómo que no? ¿Por qué?
  • Política de Apple en general y de Steve Jobs en concreto.
  • Oh... pues entonces... venga, instala lo que tengas que instalar. Pero que no me llene mucho el ordenador.
Encima con restricciones. Jesús, lo que hay que aguantar. En fin, instalo el iTunes (que no tarda precisamente poco tiempo).
  • Dato', para poder bajar aplicaciones y tal hay que tener una cuenta de Apple Store. Se la asocio a esta dirección de email, ¿correcto? [señalo hacia su dirección de email]
  • Pero... yo tengo como unas 5 cuentas de correo... ¿no voy a poder ver el correo de todas en el cacharro?
  • No, no, eso no tiene nada que ver. Claro que las podrá ver, esto es otra cosa diferente del todo. Esto es crear una cuenta para bajar aplicaciones y tal.
  • Ah, bueno [como si lo hubiese entendido]. Tú dale.
Oh mierda, no recordaba que hay que meter los detalles de la tarjeta de crédito aunque no pienses comprar. Pfff pues a ver cómo se lo explico, después de haber soltado de un golpe RM 2500 por iPad y funda...
Total, que después de un ratillo de sudar la gota gorda y pensar "a ver cómo se lo planteo"... me lanzo a por ello.
  • Verá, Dato'... aunque no vaya a gastar dinero, Apple pide que meta sus detalles de la tarjeta de crédito por si en algún momento decide comprar una aplicación de pago.
  • Ah... toma.
¡Vaya! Pues no se lo ha tomado raro. Me suelta una Amex Platinum para que meta yo los detalles. Que no vaya nadie a olvidarse de las diferencias entre patrón y marinero, ¿eh? No importan códigos secretos, números de la tarjeta de crédito... da igual. Tú haz que mi cacharro funcione.

Lo siguiente ya fue bajar una serie de aplicaciones que a mí me parecieron convenientes; que si noticias, que si utilidades varias... alguna aplicación orientada a productividad y negocios (las 2 o 3 únicas que son gratis... que en este sector es todo de pago)... sincronizar el correo... En fin, esas cosillas rutinarias (que aún así te tiras un par de horas). Aproveché para probar el cacharro al máximo posible. Al fin y al cabo, aunque pueda pagármelo, no está entre mis próximos objetivos.

Luego la última parte es la que requiere de la interacción: explicarle cómo funciona. Y encima el jefe tiene algo de prisa por irse.
  • A ver, ¿cómo va esto?
  • Pues mire, esto es la pantalla principal. Puede desplazarla y hay más pantallas y una caja de búsqueda para buscar cosas dentro y fuera del cacharro. Tiene estas aplicaciones para ver el periódico, la bolsa, el tiempo, revistas... Aquí en la oficina no tenemos WiFi pero en casa se podrá conectar y bajar el correo. Y podrá cargar las fotos de su familia. Ah y esto es una brújula [le enseño la aplicación de la brújula, que por alguna razón es una chorrada sencillísima que les encanta; el truco funciona]. Esto son las configuraciones, bla bla bla, etc.
  • Mmhhh... bien, vale. [con cara de no haberse enterado ni del 40% de lo que le he contado]. Mañana seguimos.
Y después de que se ha ido caigo en la cuenta que ni sabe bajarse el iTunes para su casa, ni sabe que le pedirá iniciar la sesión (cuyo usuario y clave tampoco sabe), ni sabe que el iPad solo se puede sincronizar con 1 único iTunes.

Cuando salí, me fui al LRT (una especie de metro ligero), y de camino a casa me llega un SMS suyo: "Porfa, pásale a mi secretaria un CD con instalador del iApple [así tal cual me lo puso] y todos los manuales. Gracias, voy a entretenerme un poco con mi nuevo juguetito".

* * *
En fin, me esperan una serie de sesiones de ejercer de tutorial sobre el dichoso iPad... está claro que ciertos cacharros no deben caer en manos de analfabetos tecnológicos... por el bien de los que les rodean.


Estas Navidades, llega el nuevo iPad:

El juguetito perfecto para los jefes...

... ¡el martirio perfecto para los IT!

1 comentario :

  1. Bufff! Menudo infierno, si ya cuesta lo suyo hacer todo este tipo de cosas cuando son para ti hacerlo para alguien y tener que explicarlo.... Me da pereza solo de pensarlo, y eso que mientras escribo este comentario estoy formateando el ordenador de mi hermana y bajandome los dichosos drivers.

    Antes de vender estos cacharros tendrían que hacer un examen previo de conocimientos informáticos. Sino luego pasa como mi madre, que hace dos años se pilló por contraro un iphone (al que hasta hace poco llamaba ipod) y solo lo usa como móvil, correo y poco más... (no tiene ni una aplicación instalada, ni sincronización con itunes ni na de na).

    En fin, paciencia, muuucha paciencia ;)


    Un saludo.

    Vicente

    ResponderEliminar

¿Qué opinas al respecto?