miércoles, 30 de junio de 2010

Perhentians: Playas-paraíso y juerga nocturna

De vez en cuando apetece un poco de relajación en una zona playera paradisíaca. ¿Suena a pedir mucho? En Malasia, no tanto.
Aprovechando la visita de Pablo y Jaime desde España, y Johnny desde Singapur, nos fuimos a Perhentian Islands.


Las Perhentian Islands, o directamente Perhentians, son una de esas pequeñas islas paradisíacas que tenemos en Malasia (que hay varias). Son dos:

viernes, 25 de junio de 2010

Hué y Hoi An: Cuna de la historia y turismo playero

A mitad de mayo, con las ganas de viajar ligeramente calmadas por el periplo borneano de Kuching, me enteré que los chicos de Singapur se iban a Vietnam. Cuando supe que el fundamento del viaje no era Hồ Chí Minh City (donde ya he estado), no pude evitar unirme: nos íbamos a Huế y Hoi An.


Mi llegada a Hồ Chí Minh City fue en solitario, y fue por un lado un espectáculo y por otro un desafío a la lógica racional... todo sumado a una suerte que no me la creo ni yo.

lunes, 21 de junio de 2010

Kuching: salvaje pero arreglado

Después de más de un mes sin salir de Kuala Lumpur por culpa de la dichosa piedra al riñón, con toda la gana de viajar, me quedé en Malasia pero me fui a Kuching, capital del estado de Sarawak, en la isla de Borneo.


El plan básicamente era ver un poco la ciudad (que poquita cosa tiene para ver), y sobre todo, ir a la jungla. Bueno, casi jungla: el Parque Nacional de Bako.

viernes, 11 de junio de 2010

Fórmula 1: Gran Premio de Malasia 2010

Uno de los alicientes que hacen que Malasia (y en concreto Kuala Lumpur) se llene literalmente de gente durante una semana es la máxima competición del motor: el Gran Premio de Fórmula 1 de Malasia; este año, a principios de abril, justo antes de mi particular aventura de hospital.



jueves, 10 de junio de 2010

Macao: un trozo de la vieja Europa en China

Otro de los viajes recomendados cuando se va a Hong Kong, si se tiene tiempo, es visitar la famosa ex-colonia portuguesa reconvertida en paraíso ludópata: Macao.


Macao está compuesto de dos zonas:
  • Isla de Taipa: Es la zona nueva, llena de hoteles y casinos, algo sólo comparable a Las Vegas. nada en especial que ver, salvo alguno de los casinos por dentro (como hicimos nosotros).
  • Tierra firme: Aquí es donde los portugueses dejaron todo su legado cultural, que se aprecia sobre todo en los edificios, no sólo por la arquitectura, sino porque todos tienen carteles en chino y en portugués. No tiene precio.

lunes, 24 de mayo de 2010

Cálculos renales (3 y final)

Viene del Capítulo 2

Aunque me he hecho de rogar dándome vacaciones de muchas cosas, la historia de la piedra al riñón tenía que terminar.

Dos semanas después de la primera pasadita por el quirófano para colocarme un "stent" en el uréter, el lunes 26 de abril tocaba volver al hospital — a quitarlo (y a ver qué había sido de la piedra). Esta vez, por alguna razón estaba convencido de que la piedra ya no seguía ahí; que se habría disuelto con las pastillas que me dieron en el hospital, o bien se habría reducido lo suficiente para haber acabado largándose "por vías naturales".
Pero al llegar al hospital, esa convicción tardó en irse tanto como tardan en imprimirse los escáneres de CTU: unos 5 minutillos.

sábado, 17 de abril de 2010

Cálculos renales (2)

Viene del Capítulo 1

Tres días después de que un doctor malayo me hiciese un ultimátum un tanto duro y me mandase a casa con 4 tipos de pastillas, una dieta "saboría" y cantidades ingentes de agua, el viernes 9 de abril volví al hospital: "Vamos a ver si hay suerte y me dan buenas noticias".
Lo cierto es que iba a ser complicado que hubiese buenas noticias porque yo seguía notando la piedrecilla ahí atrancada, un poco por debajo del riñón (porque cuando eres tan aprensivo como lo era yo, esas cosas se notan).

Unas 3 horas después de llegar al hospital y habiéndome hecho ya un escáner, el urólogo lo pincha en la pantalla esa que se ilumina y me confiesa "la piedra no se ha movido ni 1 cm, y como puedes ver, el uréter ya está algo afectado".

Mmmhh me temo que tiene razón. Lo estaba viendo con mis propios ojos.
Pero lo peor eran las consecuencias.

Cálculos renales (1)

Mientras me iba sucediendo esta historia, me imaginé el título del post: "El día en que amanecí en el hospital". Sin embargo no me podía imaginar que no iba a ser uno, sino unos cuantos más.

Aún con la Fórmula 1 reciente en la cabeza, el martes 6 de abril me despertaron a las 6:30 AM (hora bastante intempestiva en la que suelo estar normalmente en el enésimo sueño) unos dolores horribles en un costado del cuerpo. Me imaginé que pasándome por el baño se arreglaría todo (como ha sido siempre hasta ahora). Pero no, no se arreglaba nada. Volví a mi cama, pero ya no me tumbé como siempre, sino más bien en una postura fetal agónica. Así estuve media hora, muerto de miedo sin saber qué podía ser ese dolor, agonizando en la cama, y con unos temblores que no había tenido nunca.

Teniendo en cuenta que soy el tipo más aprensivo del mundo y me espanta todo lo relacionado con clínicas, me asusté cuando me di cuenta de que me estaba planteando irme al hospital. En 5 minutos el susto y el planteamiento se convirtieron en decisión: Me tiré de la cama, me puse una camiseta y un pantalón corto de deporte, y me bajé a la portería del edificio con la intención de llegar, como fuese, a un hospital.