Aunque desde mi posición no se sienta la presión y la censura, hay que recordar que Malasia no es una democracia; nada más lejos de la realidad. Aquí el gobierno lo lleva siempre el mismo color, sea con un nombre u otro; las diferentes manos que han mecido la cuna desde la Merdeka en 1957 han pertenecido siempre al mismo cuerpo.
Recientemente, el movimiento Bersih ha vuelto a manifestarse en Kuala Lumpur en contra de dicho mamoneo gubernamental. Bueno, lo han intentado...
Pongámonos un poco en situación primero: