Del racismo y la mediocridad institucionalizados

Esto es una breve historia basada en hechos reales (tan reales como que me pasó ayer) sobre el racismo por un lado, y sobre la mediocridad (en el trabajo fundamentalmente, pero en la vida en general) por el otro, y el efecto que tienen cuando se juntan.

Puede que a veces seamos un poco [bastante] racistas, yo el primero, pero lo que hay en este país es exagerado, sobre todo cuando se supone que conviven 3 razas.

Ayer mi casero me llamó a las 18:00 para confirmarme que a las 18:30 venían a traerme una cama nueva para el cuarto de invitados (hace más de 2 semanas que la esperaba). Luego a las 19:00 me mandó un sms para decirme que llegarían a las 19:30. En fin.

A eso de las 20:00 me llama y me dice que la administración del edificio no deja pasar a los chicos que vienen a hacer la entrega, que están abajo con la cama. Me pide por favor que baje y le llame para decirle si están o ya se han ido.

Bajo echando leches, y por alguna razón no me sorprende nada ver que ya no están. Llamo a mi casero pero no lo coge. Insisto e insisto. A la de cien, me coge el teléfono y le digo que no están. Entonces mi casero, que es chino (nacido en Malasia, pero de raza china), me dice entre risas que a los chicos que vienen a traer la cama no les han dejado entrar porque son indios (nacidos en Malasia, pero de raza india), es decir, de baja clase social.

Lo cierto es que no es nada nuevo, aunque nunca deja de sorprenderme y siempre me quedo con dos palmos de narices. Y mientras tanto el gobierno se lava las manos porque tiene en marcha una campaña (que no va a ningún lado porque es puramente imagen) llamada "Satu Malaysia" [traducido: "Una Malasia"] para que todos se sientan malasios, y sin diferencias de raza.

¿Satu Malaysia? ¡Por aquí! [importante el gesto con el dedo que acompaña a esta frase]

En fin, le insisto en que no voy a estar durante todo el fin de semana y que me tiene que hacer la entrega hoy. Dice que hablará con los chicos para que vuelvan, y que él entrará con ellos para que no les digan nada.

Ya lo veréis más adelante, pero si a esta gente no se le azuza, no dan ni golpe, hay que apurarles.

A eso de las 21:10, sin noticia alguna de cómo va la "misión imposible", envío un sms a mi casero preguntándole. Me responde a las 21:20 diciendo que está aún esperándoles.

Santa paciencia que hay que tener con esta gente... con todos, no se libra ni uno.

A las 21:40 me manda un sms que dice "Lorry on the way" (camión en camino). Al fin, a las 21:55 me llama para que baje, que ya están ahí.

Bajo, y antes que nada ya me dice "hemos tenido un pequeño problema". Me empiezo a poner nervioso y a mentar a la familia de toda esa gente: casero, transportistas y conserjes incluidos.

El casero me enseña el somier (baja calidad pero bien)... y el tema está en el colchón. Resulta que me han traído el que no es. El casero me explica que había pedido otro más ancho y han traído uno súper fino.

Eso sí, no tuvo reparo en decirme que si prefería ese, que me lo podía quedar. "¿Por quién me toma? Si ha comprado uno mejor, tráigame el que es mejor". Pone cara de "oh, claro, lógico"... lo de siempre.

Como siguen sin dejarles entrar por el recibidor como todo el mundo, subimos por el ascensor de servicio (que es exactamente igual de tamaño que los normales, solo que se entra por un sitio escondido, está sucio y da a los patios interiores). Para terminar de indignarme, al llegar a mi planta, las puertas para entrar a la planta están cerradas con llave. Y abajo, el conserje se había quedado mirando sin hacer nada, viéndonos subir por el ascensor de servicio...

En fin, que si combinas una sociedad con 3 razas en la que la gente da por institucionalizadas las diferencias raciales (esta historia hasta me suena bastante) con el hecho de que nadie pone empeño en hacer las cosas bien, y todo les da igual... el resultado es que en esa sociedad todo se ve ralentizado, funciona mal, y encima de todo, se disculpa.

Más paciencia con esta gente... no queda otra vía.