La semana después de las motos, conseguí recuperar mi
pasaporte. Y lo recuperé con un
visado de estancia y trabajo en Malasia válido por un año.
Lo mejor de todo eso no es el visado en sí, sino que puedo empezar a viajar por toda Asia.
Y para empezar suave, opté por Singapur. Esta pequeña ciudad-estado que fuese región malasia en su momento y que tras dejar de serlo, decidió coger el toro por los cuernos y mejorar en TODO.
(Está al extremo de la península de Malasia, aunque es chiquitillo y no se ve bien)
La mejor opción desde Kuala fue el autobús; aunque los vuelos son baratos, nos ahorrábamos el viaje hasta el aeropuerto, la hora y pico de espera antes de embarcar, los muy probables retrasos, etc. Y los asientos eran más bien sillones de lujo.