El catarro mal curado de la tele

En cuanto supe que laSexta había comprado los derechos de retransmisión de la Fórmula 1, me prometí que cuando acabase el mundial de 2008, quitaría RealiTV (léase "reali-ti-vi" o simplemente "Telecinco") de mi televisor.

¿La razón? El nivel de telebasura que emitía la cadena de Paolo Vasile no era enfermizo, sino cancerígeno.

El caso es que el principal tumor, El Tomate, ya había muerto. Fue motivo de olvidar esa auto-promesa, y olvidar también que tenía una cadena que no emitía nada interesante. Oh, vaya, la Copa Confederaciones... tendré que dejar la cadena.

Hoy he comido tarde. Tenía puesto en la tele RealiTV (cosa de mi madre), y después de una intrascendente serie para adolescentes me he encontrado con algo de lo que ya me habían hablado: la resurrección del Tomate: Sálvame; un subproducto basurero nacido inicialmente como resultado de uno de los reality shows de RealiTV pero que se convirtió rápidamente en la excusa perfecta para volver a lo que les gusta hacer.

Irónicamente, salvarme es lo que he hecho yo en cuanto he visto a impresentables como Belén Esteban, Karmele Marchante, Lydia Lozano... y muchos más desperdicios de ese tipo liderados por la máxima expresión del mal gusto televisivo: Jorge Javier Vázquez. Para éste no tengo ni palabras.

En fin, la mala televisión en RealiTV era algo tan arraigado que no podía simplemente desaparecer. La basura, aún con otro nombre, resurge de sus cenizas. El caso de El Tomate/Sálvame ha sido como un catarro mal curado: ha vuelto, y es aún peor.

El caso es que parece que el corazón en España tiene mercado, y eso es algo que el Sr. Vasile, y desde más arriba, Silvio Berlusconi (no os podéis imaginar la basura que es la tele en Italia), no van a ignorar.

Parece que nos sigue gustando la jarana nacional
(... y la internacional también)