No lo considero ninguna proeza, en absoluto. Si no lo hice antes fue por absoluta falta de voluntad (y no por falta de información o antecedentes fatídicos en la familia).
¿Sabes ese tipo de viajes que piensas "si no lo hago ahora, no lo haré nunca"? Eso pensé cuando se me ocurrió el viaje a una de las zonas más desfavorecidas de ASEAN: me refiero a Laos. Y mi viaje sería concretamente a Vientiane (la capital) y a Luang Prabang.
Ahí pegada a la frontera con Tailandia se encuentra Vientiane, la capital laosiana. Y es que hay cosas en las que se nota que Tailandia, Camboya y Laos estuvieron unidos formando Siamhasta el siglo XVIII.
De vez en cuando apetece un poco de relajación en una zona playera paradisíaca. ¿Suena a pedir mucho? En Malasia, no tanto.
Aprovechando la visita de Pablo y Jaime desde España, y Johnny desde Singapur, nos fuimos a Perhentian Islands.
Las Perhentian Islands, o directamente Perhentians, son una de esas pequeñas islas paradisíacas que tenemos en Malasia (que hay varias). Son dos:
A mitad de mayo, con las ganas de viajar ligeramente calmadas por el periplo borneano de Kuching, me enteré que los chicos de Singapur se iban a Vietnam. Cuando supe que el fundamento del viaje no era Hồ Chí Minh City (donde ya he estado), no pude evitar unirme: nos íbamos a Huế y Hoi An.
Mi llegada a Hồ Chí Minh City fue en solitario, y fue por un lado un espectáculo y por otro un desafío a la lógica racional... todo sumado a una suerte que no me la creo ni yo.
Después de más de un mes sin salir de Kuala Lumpur por culpa de la dichosa piedra al riñón, con toda la gana de viajar, me quedé en Malasia pero me fui a Kuching, capital del estado de Sarawak, en la isla de Borneo.
El plan básicamente era ver un poco la ciudad (que poquita cosa tiene para ver), y sobre todo, ir a la jungla. Bueno, casi jungla: el Parque Nacional de Bako.
Uno de los alicientes que hacen que Malasia (y en concreto Kuala Lumpur) se llene literalmente de gente durante una semana es la máxima competición del motor: el Gran Premio de Fórmula 1 de Malasia; este año, a principios de abril, justo antes de mi particular aventura de hospital.
Otro de los viajes recomendados cuando se va a Hong Kong, si se tiene tiempo, es visitar la famosa ex-colonia portuguesa reconvertida en paraíso ludópata: Macao.
Macao está compuesto de dos zonas:
Isla de Taipa: Es la zona nueva, llena de hoteles y casinos, algo sólo comparable a Las Vegas. nada en especial que ver, salvo alguno de los casinos por dentro (como hicimos nosotros).
Tierra firme: Aquí es donde los portugueses dejaron todo su legado cultural, que se aprecia sobre todo en los edificios, no sólo por la arquitectura, sino porque todos tienen carteles en chino y en portugués. No tiene precio.