Había oído de todo sobre Langkawi, glorias, y "no tan glorias": que si un paraíso inigualable, que si playas llenas de guiris, que si arena fina, que si arena sucia... Habrá que comprobarlo en persona.
Nos alojamos en plena zona turística de Pantai Chenang, entre tiendas de souvenirs y cosas de playa, y restaurantes.
Una buena prueba de que Langkawi es, en principio, un sitio para guiris
Dado que los hostales / albergues estaban llenos, nos ofrecieron una especie de casita de madera propiedad de uno de los hostales. Bastante amplia y muy apañada en general.
Eso sí, toneladas de mosquitos e insectos en general.
Después de cenar en el Rasa, un restaurante relativamente conocido (con un servicio bastante mediocre), cruzando la acera está el Babylon, un bar reggae a pie de playa. Buen sitio, buen ambiente y los precios más caros de la zona. Pero repito, muy buen ambiente. Sobre todo a partir del atardecer.
Mezcla de 2 rollos: rasta y surfero. El resultado no está tan mal.
Después de "calentar" en el bar, es el turno del garito más conocido (y único) de la zona de turistas: el Sunba. Un sitio pequeño, caro también, con billar, en el que ponen música comercial y a menudo tienen actuaciones en directo de grupos de chinos versionando temas pop (no es tan crudo como lo pinto, en realidad es buen sitio).
A la mañana siguiente nos alquilamos unas scooter muy decentes por un precio ridículo y nos echamos a la carretera en busca de la playa perfecta.
De camino pretendíamos pasar por el teleférico: un funicular que te sube a una cima desde la que ves toda la isla.
(¿Se distingue el funicular en la ladera? Creo que no... ¡pero estaba!)
Pero la cola que había para entrar era insana, así que volvimos a la carretera a continuar con la búsqueda de la playa perfecta.
Y tras una hora y media, doy fe que la encontramos.
Vamos, que me encontré en pleno diciembre en un auténtico paraíso.
Menudo tipazo, eh? En fin, corramos un tupido velo.
Como aún quedaba algo de isla que conocer, hubo que abandonar el paraíso (no sin pena), rumbo a Kuah, la capital de la isla.
El caso es que Kuah es una ciudad portuaria comercial / industrializada sin nada interesante, salvo una estatua muy grande de un águila, símbolo de la isla.
Y lo cierto es que la isla no da más de sí.
Es el destino perfecto (junto a otros como Bali, a los que pienso ir) si encuentras una playa como la que encontramos nosotros y te dedicas a tumbarte, relajarte, bañarte, dar un paseo, y en general admirar el sitio y repetirte que lo que estás viviendo es real, aún en pleno invierno.
Por cierto, quien quiera ir y saber las coordenadas de la isla, respondo en privado ;)
Que puedo decir, que hay unos cuantos que nos morimos de envidia viendos en bañador a algunos, que aquí estamos que sólo se nos ven los ojos. Muchos saludos, no sé si habrás conocido ya a Adrián un ex-becario ICEX que se ha ido pa Kuala
ResponderEliminarJusto el otro día quería preguntarte por Langkawi, porque lo veo en los destinos de las agencias de viaje chinas como destino de playa para este año nuevo. Muy buena la entrada y el vídeo del paraiso ;)
ResponderEliminarUn saludo desde el frío Pekín, acuérdate de los pobres pekineses cuando disfrutes de esas playas paradisíacas en pleno Diciembre. Aquí estoy pensando qué ponerme para ir mañana a trabajar, tendremos una máxima de -11ºC y mínimas de -21, aparte de estar toda la ciudad cubierta de nieve.... Qué envidia me das Kuala! Pásalo bien, nos vemos!