Antes de ir, no sabía si me podía esperar algo muy chino, muy británico, muy tradicional mezclado con tecnológico... El caso es que creo que me he encontrado exactamente todo eso, pero es mucho más impresionante de lo que me imaginaba.
Igual que sucede con la mayoría de sitios, Hong Kong se descubre fundamentalmente a nivel de la calle.
Algo que define muy bien Hong Kong y que no se ve tanto en otros sitios son los bloques de edificios, que huelen a negocios, pero no agobian ni te hacen sentir sepultado por moles de cemento.
La primera visita que tocaba es la más llamativa pero la que menos "huele" a Hong Kong: El Buda Sentado Gigante de la isla de Lantau.
Para llegar, la mejor manera es coger un teleférico que te hace toda la ruta monte arriba y desde el que hay unas vistas de la isla bastante espectaculares.
Aunque hay quien la hacía a pie...
Hay que tener moral...
Llegamos al mega-complejo que han construido alrededor del Buda. Se trata de una auténtica campaña de márketing para poder cobrarte tropecientas veces más, lleno de tiendas y de cosas que no vienen muy a cuento, pero enganchan a [algunos] turistas.
Pasando. Nos vamos directamente al Buda.
Foto de rigor con la "camiseta corporativa"
Ya de vuelta, un ojo a los mercadillos mientras buscamos un sitio "viable" para comer.
Y nos encontramos, como en muchos países de esta zona, con un "conocido":
¡¡Ahí va que chorrazo!!
Pero, cómo no, en su versión filipina.
Por la tarde, templos budistas en medio de la ciudad.
Con sus correspondientes mercadillos adjuntos.
Los chinos son gente extremadamente supersticiosa. Nada está hecho por casualidad: El color rojo, el color dorado, los números, la colocación, el número de repeticiones de las cosas... absolutamente TODA la simbología tiene la finalidad de traer prosperidad a dueños y compradores.
Mercadillos muy muy MUY chinorris
A ver si me estiro y escribo algo al respecto ahora que llega el nuevo año chino.
Volviendo a la ruta, una de las cosas más espectaculares de Hong Kong es la vista de su línea de costa desde el Sky Terrace de la colina de The Peak. Hasta aquí se llega, en su forma más turística, en un tranvía que sube cuesta arriba casi a 30º de inclinación.
La calidad no es muy buena, pero es que de noche todos los gatos son pardos...
El skyline nocturno de Honk Kong es una auténtica pasada
Al día siguiente empezamos con el templo budista de Man Mo, con unas espirales de incienso muy curiosas... y más historias que no recuerdo.
Y los fieles budistas por ahí haciendo sus cosas
Ah por cierto, ahí nos dieron una especie de manual de enseñanzas de Confucio (yo tampoco entiendo muy bien qué pinta éste en un templo budista) en chino y en inglés.
Pasamos por más de una calle famosa/conocida/significativa:
Pasamos también por el parque zoológico y botánico de Hong Kong. Es un parque pequeño sin más, con la presencia estrella de un orangután (que se aburría el pobre como una ostra) y unos monos aulladores (y alborotadores) bastante curiosos.
¿Habéis visto la peli de El Caballero Oscuro? Hemos estado en el edificio desde el que salta Batman; se trata del International Financial Center, y además de perderse en las nubes en un día de niebla...
Seguro que tiene cima...
... acoge una exposición fija de la autoridad monetaria de Hong Kong sobre los billetes nacionales.
Por si no lo habéis visto, el billete de 10 dólares de Hong Kong es muy curioso:
Un espectáculo de billete
Para terminar, a falta de tiempo para comprarme una cámara digital en condiciones, nos dimos un paseo por la Avenida de las Estrellas, que no es más que una copia del Hollywood Boulevard de Los Ángeles, pero con actores chinos famosos.
Ah, y una estatua de Bruce Lee cabreado.
¡¡¡Wuuaaayaaaaa!!!
Lo cierto es que una de las mejores cosas de esa calle portuaria es la vista de la costa de la isla de Hong Kong. Y con la misma niebla que nos acompañó todo el día.
* * *
Más allá de visitas, mis recomendaciones para Hong Kong son:
- Para salir: la bulliciosa calle de Lan Kwai Fon.
- Para comer: restaurantes en los que no veas ni un carácter inteligible, sólo chinos. Suelen tener carta en inglés, y mientras comes estarás en un ambiente muy auténtico. Parece ser que uno de los platos recomendados es la paloma...
- Para NO quedarse: un hostal en el edificio de Chungking Mansions en Nathan Rd. Hay que tener muuuucha suerte para que no sea un infierno meterse ahí. Y la segunda noche, no tuve tanta suerte...
- Hacerse una pasadita por Shen Zhen (China) y Macao (en próximos posts lo contaré).
¡Pues eso! Pronto vendrá más, y mejor.
Bueno, vendrá más.
Me alegro que hayas disfrutado del paso por la ciudad. La verdad es que tiene bastante que ver y te dio tiempo a bastante, si que lo aprovechaste.
ResponderEliminarSeguro que igual tienes ocasión de pasar más veces por aqui, quien sabe.
Un saludo!