Íbamos a estar en la primera ciudad china que hay entrando desde Hong Kong; se trata de Shen Zhen:
Shen Zhen es actualmente un pequeño pueblecito de 15 millones de habitantes (así me lo contaron a mí y se me quedó la misma cara). China lo usó a modo de conejillo de indias desde finales de los años 70 (cuando aún era un pueblecito... pequeño) para probar en sus propias carnes el capitalismo, permitiendo la inversión extranjera. Ese pueblecito pesquero creció y se multiplicó, y a China le gustó lo que reportaba. Por eso a día de hoy existen otras ciudades chinas, como Shanghai, en las que también triunfa el capitalismo.
Shen Zhen está tan pegado a Hong Kong que puedes llegar a la frontera en metro. Pasar la aduana no es trivial; aunque no sea difícil, los trámites son un estorbo tremendo y te tiras un buen rato de esta oficina a la otra, vuelta para allá... etc.
Al llegar, el edificio de la estación ya da una impresión del país al que acabas de llegar:
Nos empezamos a sumergir en la ciudad, y de pueblecito nada (como ya imaginábamos): rascacielos y mega-avenidas por todas partes.
Nos encontramos incluso a un grupo de vendedores que estaban siendo adiestrados en público.
Como se trata de una ciudad de mercaderes y "buscavidas" (tal como nos dijo Chencho), no hay algo que sea especialmente significativo de Shen Zhen (a modo de foto típica), excepto... ¡los rascacielos! Así que buscamos un punto que tuviese unas vistas especiales.
Con la camiseta corporativa, por supuesto
Las vistas de la ciudad resumen muy bien de lo que hablo.
Con el visor adecuado, se puede apreciar este montaje virtual tomado por mí desde una terraza:
Haciendo clic en las diversas fotos se tiene una vista de 180º de Shen Zhen
Esto es lo mismo, pero no interactivo (vamos, un vídeo sin más):
El gran atractivo de la ciudad son los mercadillos de todo tipo de falsificaciones. Las calles del centro están abarrotadas de chinos que vienen a Shen Zhen a comprar lo que no pueden comprar en otros sitios de la China interior.
Por supuesto, nosotros hicimos también lo propio.
Al atardecer, nos dimos una vuelta por un parque en el que varios grupos de gente (y cuando hablo de grupos de gente en China no me refiero a 6 ó 7 personas) hacían actividades todos juntos, como... bailes extraños quasi-aleatorios al ritmo de música horrible en radiocassetes, tai-chi, caminar hacia atrás para usar músculos que si no no se usan... Son gente rara, estos chinos...
Termino con dos fotos nocturnas de la vista de una parte de la ciudad desde el puente sobre el lago del parque que casi no se aprecian por culpa de mi dichosa cámara.
Esto es lo que da de sí la visita de 1 día a Shen Zhen. Y es que la ciudad no es más que rascacielos y mercadillos chinos. A ver si en una de estas me estiro y me voy a algo más profundamente chino...
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