Como iba contando, ya tengo piso. Grandecito, luminoso, 1+1 (aunque el cuarto de invitados no esté especialmente bien acondicionado), a 3 minutos caminando de la oficina, y a 5 de la calle de bares/pubs del barrio. Y lo mejor es que me cuesta aproximadamente la tercera parte de lo que me costaría en Madrid en las mismas condiciones.
Se acabaron las primeras semanas de salir de la ofi y ponerse a mirar pisos como un desgraciado, y mientras tanto vivir de hostal o acoplado en casa de alguien que, con toda su buena fé, te deja las llaves de su casa aunque te conozca sólo hace una semana.