Singapur: Chiquitico pero matón

La semana después de las motos, conseguí recuperar mi pasaporte. Y lo recuperé con un visado de estancia y trabajo en Malasia válido por un año.

Lo mejor de todo eso no es el visado en sí, sino que puedo empezar a viajar por toda Asia.

Y para empezar suave, opté por Singapur. Esta pequeña ciudad-estado que fuese región malasia en su momento y que tras dejar de serlo, decidió coger el toro por los cuernos y mejorar en TODO.

(Está al extremo de la península de Malasia, aunque es chiquitillo y no se ve bien)

La mejor opción desde Kuala fue el autobús; aunque los vuelos son baratos, nos ahorrábamos el viaje hasta el aeropuerto, la hora y pico de espera antes de embarcar, los muy probables retrasos, etc. Y los asientos eran más bien sillones de lujo.

De KL a Sepang: MotoGP

Como iba contando, ya tengo piso. Grandecito, luminoso, 1+1 (aunque el cuarto de invitados no esté especialmente bien acondicionado), a 3 minutos caminando de la oficina, y a 5 de la calle de bares/pubs del barrio. Y lo mejor es que me cuesta aproximadamente la tercera parte de lo que me costaría en Madrid en las mismas condiciones.

Se acabaron las primeras semanas de salir de la ofi y ponerse a mirar pisos como un desgraciado, y mientras tanto vivir de hostal o acoplado en casa de alguien que, con toda su buena fé, te deja las llaves de su casa aunque te conozca sólo hace una semana.

Introducción a Kuala Lumpur (I)

Tres semanas de adaptación en Kuala Lumpur es tiempo más que suficiente para haber reunido algo que contar. Ah, y además es la primera vez que tengo tiempo para escribir.

Nada más llegar al aeropuerto, tuve unas primeras impresiones de cómo podían ser las cosas en Asia: todo masificado.

Pero no toda Malasia es como el aeropuerto. Unos 45 minutos de taxi después, llegaba a la ciudad de las Petronas. Por cierto, se ven desde casi todos los puntos del centro de la ciudad:

Inferno e Paradiso

Kuala Lumpur es una pasada, una auténtica ciudad de contrastes; contrastes entre razas, entre creencias, entre economías...

Contrasta sobre todo con el estado informático de mi Oficina: está siendo un maldito infierno (sólo hasta el mes que viene).

Faltan menos de 24h

La aventura ha comenzado. Hoy es mi último día en España, y el primero de toda esta aventura.

La cuenta atrás comenzó el 25 de abril, fecha del primer examen. 156 días después, el sueño se ha cumplido (mañana podré certificarlo, hoy sólo lo adelanto).

Mañana a estas horas ya no estaré aquí. De hecho durante varias (muchas) horas estaré sobrevolando varios (muchos, pero que muchos) sitios.

El trayecto de mañana será el siguiente:

Asturias - Madrid - Frankfurt - Bangkok - Kuala Lumpur

Llegaré a Malasia a las 18:05 (hora local) del 3 de octubre. En España serán las 12:05.

¡Nos vemos en la ciudad de las Petronas!

Alma nómada

Mi ausencia durante todo este mes no se ha debido a vacaciones (hace tiempo que no sé lo que son vacaciones en el mes de agosto), sino a algo diferente.

Algo sustancialmente mejor que la rutina de trabajo que se habría adueñado del mes.

La concesión de una beca por parte de un Ministerio Público me lleva, a partir de octubre, a Malasia; concretamente a la capital, Kuala Lumpur.

Para cumplir con mi cometido allí, durante medio agosto y todo septiembre he tenido que hacer un curso de formación. Bien es cierto que no es el curso de formación lo que ha absorbido mi tiempo "bloggero", sino todas las actividades extra-escolares: ocio gastronómico y lúdico-festivo en general (y hasta unos karts), que se sucedían (y aún lo harán 1 semana más) día a día a las clases.

Como resultado de la adjudicación, y comenzando el 1 de octubre (si nada lo impide), este blog ("Ahí te va esa") pasará a convertirse principalmente en blog de viaje, manteniendo de todas formas un nivel aceptable de curiosidades, opiniones y chorradas en general que no tengan directamente que ver con la estancia.

Jumpa Lagi!*

(* ¡hasta la vista!)

El catarro mal curado de la tele

En cuanto supe que laSexta había comprado los derechos de retransmisión de la Fórmula 1, me prometí que cuando acabase el mundial de 2008, quitaría RealiTV (léase "reali-ti-vi" o simplemente "Telecinco") de mi televisor.

¿La razón? El nivel de telebasura que emitía la cadena de Paolo Vasile no era enfermizo, sino cancerígeno.

El caso es que el principal tumor, El Tomate, ya había muerto. Fue motivo de olvidar esa auto-promesa, y olvidar también que tenía una cadena que no emitía nada interesante. Oh, vaya, la Copa Confederaciones... tendré que dejar la cadena.

¡Dale una oportunidad a esos cacharros!

Siempre he estado un poco (mucho) en contra de una corriente, o quizá tendencia actual que, ya sea por mi trabajo o por una de mis aficiones, no comparto. Es aquella por la que escuchamos a veces cosas como "Pero si yo sólo quiero que haga llamadas" o "Tantas chorradas y al final no hace nada".

Yo llamo a esto Tecno-escepticismo.

Recientemente me he comprado un móvil nuevo, un Nokia 5800. Llevaba 3 años sin cambiar el que tenía porque estaba muy a gusto con él, pero una buena oferta en el momento adecuado, combinada con un mini-premio que me quería hacer a mi mismo, supusieron la ocasión perfecta.

El caso es que ayer, enseñándole una foto que había hecho con la cámara del móvil a un amigo, otro se acercó y me dijo "¡ey, tu cámara es de esas que se tocan para pasar las fotos, cómo mola!". Le respondí "no es una cámara, es..." y sin tiempo para terminar la frase me dijo "¡un ipod [pronunciado tal cual] de esos!"